Qué duro es ir desapareciendo, poco a poco, del recuerdo de alguien. Acaba siendo un ejercicio mutuo. Hace tiempo que no me llamas por mi nombre. Un mes atrás me preguntaste por mis hijos y, en mi mueca de extrañeza, te perdiste en el trampear de una equivocación. Miraste las baldosas que aguantaban nuestros pies- …